Por muchos años un barranco separó las calles 17 y 18 por la carrera séptima, sin embargo hoy en día es una realidad el paso por esta vía céntrica de la ciudad.
Esta gigantesca montaña de tierra fue derribada, sin embargo, los habitantes de este sector así como quienes transitan por allí señalan que ahora esperan que tanto el agua potable como el alcantarillado sea instalado correctamente.