A mediados de julio del año pasado, la modelo colombiana Juliana López fue detenida en el aeropuerto de Guangzhou (China) por porte ilegal de drogas luego de que le fueran hallados 610 gramos de cocaína al interior de su portátil. Aunque siempre se declaró inocente y su familia la defendió y aseguraron que era una confusión, hoy un año después se conoce lo que en verdad sucedió.
La joven, de 23 años de edad y oriunda de Medellín, compareció este martes ante un tribunal chino, con el temor de poder ser condenada a cadena perpetua o, aún peor, a pena de muerte. Durante el juicio, a Juliana le fue imputado el delito de tráfico de drogas que, gracias a que colaboró con la justicia y confesó, los jueces no castigaron tan fuerte como están acostumbrados a hacerlo con los colombianos.
Juliana admitió que transportó cocaína desde Colombia hasta China,aseguró el diario chino Nanfang Daily. Ella aceptó que tomó la decisión porque necesitaba dinero para participar en Miss Mundo 2015 y no tenía los recursos para pagarse los viajes que este concurso requiere. Y en esta encrucijada, Sergio un amigo, le ofreció 2.500 dólares (aproximadamente 7 millones y medio de pesos) como pago si transportaba droga hasta China.
Sin pensar en las consecuencias, ella accedió a llevar la droga en su portátil. Con esta confesión se descarta la afirmación de su entrenador de las ‘Divas del Fútbol’, equipo al que ella pertenecía, de que ella había viajado a ese país a traer mercancía para vender en su ciudad natal.
Sergio sería al parecer alias “Checho”, cabecilla de una organización criminal – desmantelada este año - encargada de enviar personas con droga a China y Australia, camuflada en aparatos electrónicos. “Checho” fue capturado en un operativo de la Policía junto a su compañera sentimental alias Wilman, y alias el Gomelo.
Este sujeto amenazó de muerte a la familia de Juliana. Como prueba de ello, Wang Silu y Chen Qi, los abogados de la colombiana, presentaron mensajes de texto enviados por alias Checho al celular de la joven. Lo que sirvió para demostrar que estuvo siempre intimidada por esta banda delincuencial.
Además, el costo que ella recibía por el transporte de drogas, sirvió como argumento de la defensa para demostrar que Juliana jugaba un “pequeño rol” en esta red de narcotráfico.
La justicia china evaluó el caso de la joven y decidió imponerle una condena de 15 años de cárcel, teniendo en cuenta su colaboración y evidente arrepentimiento.
Dos días después de la captura de Juliana se conoció que Juan Esteban Marín había sido detenido. Marín sería estudiante de relaciones internacionales de la misma universidad de ella (San Buenaventura) en Bello (Antioquia), y sería su exnovio. Pero, contrario a lo que ha pasado con el caso de la joven modelo, la familia del joven no quiere pronunciarse sobre su situación.
Fuente: www.elespectador.com