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Foto del escritorEmisora Comunitaria Dorada Stereo

EL MICROTRÁFICO GANA TERRENO EN COLOMBIA, DETENIDAS 2.224 PERSONAS DURANTE EL 2017 POR ESTE DELITO.


En 30 ciudades, este jueves fueron demolidos 55 predios donde funcionaron centros de microtráfico.

Hasta hace dos años, unas 5.000 personas se perdían al fumar marihuana y basuco en las calles de los barrios Sucre y El Calvario, en pleno centro de Cali. En El Calvario se podían mover unos 100 kilos de cocaína quincenal, más de 300 kilos de marihuana y un número similar de basuco y otro tipo de sustancias ilegales.

Una casa esquinera era el expendio más grande –podían vender unas 2.000 dosis diarias y mover cada día 10 millones de pesos o más–, controlada por un hombre conocido con el alias del Papi. Este jueves, esa casa fue una de las tres del mismo sector demolidas en un nuevo capítulo de la estrategia de intervención contra 4.000 ollas identificadas en todo el país desde el 2012 y cuya destrucción fue orden directa del presidente Juan Manuel Santos. Sobre las 10 a. m. de este jueves se echaron por tierra de manera simultánea 55 predios en 30 ciudades, casas que en su momento fueron utilizadas para la comercialización de drogas y que pasaron a la extinción del dominio dentro del proceso investigativo adelantado en conjunto por la Dijín de la Policía y la Fiscalía. Se trata de lugares que fueron identificados por las autoridades como epicentros de inseguridad porque su estado de ruina los había convertido en refugio de consumidores y delincuentes. El general Jorge Rodríguez Peralta, director de Seguridad Ciudadana de la Policía, señaló este jueves que 41 de las demoliciones adelantas fueron solicitadas por las alcaldías. “Sitios como estos potencian además delitos conexos como el homicidio, la extorsión, la receptación (venta de objetos robados) y las lesiones personales”, destacó el oficial. Ocho de los bienes fueron demolidos con autorización de sus verdaderos dueños –en muchos casos, las ollas funcionan en casas abandonadas por el deterioro de los barrios–, y seis más con autorización de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), la entidad a la cual pasan las propiedades incautadas en medio de la lucha contra el narcotráfico. En medio de la estrategia de extinguir el dominio sobre los bienes usados por los vendedores de drogas, ya se ha logrado que 154 de esas propiedades pasen a manos del Estado. Todas han sido derribadas para generar nuevos ambientes en los barrios afectados. En lo corrido del año, Fiscalía y Policía han desarticulado 110 organizaciones en todo el país dedicadas a la venta de droga en pequeñas dosis. En las 743 ollas allanadas en el 2017 han sido capturadas 4.244 personas por tráfico y fabricación de estupefacientes. En Medellín se echaron abajo cinco casas de los barrios San Pedro, Barbacoas y Lovaina. Esta última, ubicada en el sector de Aranjuez, había sido intervenida por primera vez en agosto de 2014, cuando los allanamientos de Fiscalía y Policía lograron la incautación de cerca de 30 millones de pesos en efectivo, 50.000 dosis de marihuana y 20.000 de base de cocaína. Ese día fueron capturadas 11 personas. La casa que por más de 10 años sirvió para el expendio de drogas de la llamada ‘oficina de los Lovaina’ (también manejaban redes de sicariato) fue otra de las demolidas este jueves. Esa banda utilizaba a menores de edad para comercializar las dosis de droga. Su 'modus operandi' era regalar basuco y luego reclutar para la ilegalidad a los muchachos, aprovechando que la legislación penal es más benévola con ellos. Luis González, director nacional de seccionales de la Fiscalía, señaló que la demolición de los bienes utilizados para el microtráfico “es una forma de cerrarles el paso a los delincuentes, afectar sus finanzas y lograr combatirlos de manera integral”. “Las redes dedicadas a la venta de drogas son las que más ponen en riesgo la seguridad de los ciudadanos por la conectividad de delitos”, aseguró González.

‘Los expendios de droga disparan la delincuencia en donde se instalan’

Proteger escuelas, prioridad

En Cúcuta, Norte de Santander, en abril de 2016 se intervinieron seis expendios de droga. El mayor de ellos estaba en el barrio Miraflores y fue otra de las construcciones demolidas ayer. En esa ciudad, un hombre de 25 años manejaba la mayoría de estas redes de distribución, casi todas cerca de zonas escolares. Por orden directa del Presidente y la cúpula de la Policía, la destrucción total de ollas como esas, que afectan los entornos de los estudiantes, ha sido priorizada. Según el balance oficial, este año se han recuperado 51 parques y 101 entornos escolares en los que los traficantes mandaron durante años. En el barrio la Aldea de Armenia, Quindío, se demolieron dos casas que hasta el 2015 habían servido como puntos de expendio. Desde este sector se distribuía gran parte de la droga que se comercializaba en la ciudad a través de sofisticadas redes de distribución a domicilio. Comercializaban cocaína y dosis de marihuana que llegaban por vía terrestre desde cultivos y laboratorios ubicados en el Cauca. Este jueves también se demolieron predios del narcotráfico en Barranquilla, Manizales, Mocoa, Montería, Neiva, Pereira, Quibdó y Valledupar, entre otros cascos urbanos.

María Paz, nuevo foco en Bogotá

Una de las más grandes intervenciones fue la del sector del ‘Bronx’, en pleno centro de Bogotá, que en agosto del año pasado dio paso a la destrucción de los predios que conformaban la llamada ‘L’, que en su momento albergó la red más grande del crimen de la ciudad, la cual unía tráfico sexual de menores, homicidios –se encontraron cuerpos desmembrados–, secuestros y extorsiones. En ese sector, la Alcaldía invertirá 35.000 millones de pesos para su recuperación y la de los 36 lotes que conforman el ‘Bronx’; 12 ya están en proceso de extinción de dominio. En lo corrido de este año, la Sijín de la Policía ha realizado seis tomas masivas en las localidades de Santa Fe, Usme, Suba, Kennedy y Bosa, logrando la captura de 40 personas. En la ciudad, según datos de autoridades, los llamados ‘ganchos’ pueden mover unos 400 kilos de cocaína y una tonelada de marihuana por semana. La próxima olla por intervenir en la capital será la del sector de María Paz, cerca de la Central de Abastos.

Fuente: El tiempo.com

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