Así lo concluye un estudio que analizó más de 2,6 millones de trinos durante 2020. Si bien los temas de medio ambiente y corrupción, entre otros, muestran consensos, el Acuerdo de Paz sigue siendo motivo de discordia en la conversación en la red social.
Colombia está menos polarizada en Twitter de lo que se piensa. O al menos en algunos temas, porque lo que tiene que ver con el Acuerdo de Paz sigue generando posiciones radicales en la sociedad. Estas son las principales conclusiones que se desprenden del “Estudio de audiencias sobre polarización para desarrollar narrativas y agendas de reconciliación”, que será dado a conocer este viernes y que fue realizado por Movilizatorio, la plataforma de participación ciudadana e innovación social incubada por Purpose para Latinoamérica, en alianza con la Fundación Ford, la Fundación Santo Domingo y Open Society Foundations. Fueron más de 2,6 millones de trinos analizados, relacionados con la discusión frente a seis grandes temas durante 2020: proceso de paz, protesta social, corrupción, Venezuela, medio ambiente y género y diversidad.
“Este es un compendio de datos muy importante. Es la primera vez que tenemos evidencia acerca de cómo se está desenvolviendo la conversación digital respecto de distintos temas en Twitter. Es un estudio que puede ser un insumo para diferentes propósitos, entre ellos el de comprender cómo funcionan los fenómenos de polarización y manipulación en distintos momentos coyunturales”, explica Juliana Uribe, directora ejecutiva de Movilizatorio. Así las cosas, dentro de los principales hallazgos, se encontró que el tema del proceso de paz, en términos comparativos, es uno de los tópicos más polarizados en el país. Y en concordancia con los datos recogidos, uno de los elementos que se discute más álgidamente tiene que ver con el tribunal de la Justicia Especial para la Paz (JEP).
“A lo largo del año, una de las cuentas de Twitter más mencionadas en la discusión fue la oficial de la Jurisdicción Especial para la Paz (@jep_colombia). Los usuarios, predominantemente, tienen sentimientos de angustia y enojo por el desempeño de la JEP desde la firma del Acuerdo. El principal reclamo es que gasta dinero innecesariamente, es ineficiente, sus decisiones generan desconfianza y debería ser eliminada”, señala uno de los apartados del estudio.
Según Uribe, lo que se pudo determinar es que hay una sensación en la sociedad colombiana de que Acuerdo de Paz ha fracasado, pero existe marcadas diferencias en el por qué: “Mientras que un grupo le echa la culpa a la JEP y dice que ha protegido a las Farc, otro más progresista piensa que el responsable es el Gobierno, que ha excluido a la exguerrilla y ha promocionado a militares involucrados en violaciones a los derechos humanos. En ese tema sí estamos definitivamente polarizados”.
Y allí se pudieron identificar dos grupos: por un lado, uno que reúne posiciones políticas conservadoras y, por el otro, uno heterogéneo de periodistas, analistas y medios de comunicación. Ambos evidenciaron posturas distintas y distanciadas entre sí. Por otra parte, muchos cuestionamientos recayeron también en el expresidente Juan Manuel Santos: “Aseguran que el legado que dejó el exmandatario, después de la firma del Acuerdo de Paz, ha sido lo peor que le ha podido pasar a las víctimas. Se emplea la narrativa de ‘falsa paz’”.
Para la directora ejecutiva de Movilizatorio, más que intereses políticos en este tema de la paz, que los hay, lo que se ve sonn unas burbujas de conversación entre personas que comparten las mismas ideologías. “Hay una desconexión entre el ala más conservadora y el ala más progresista de la sociedad, cada una de ellas les llega a sus audiencias (…) es como si tuviéramos dos países en el tema de paz, con conversaciones totalmente aparte y teniendo poca interacción los unos con los otros”, explicó.
Por otra parte, las conversaciones sobre protesta social, corrupción y Venezuela no están polarizadas, aunque se puede ver que tienen tendencia a estarlo. Frente al tema de protesta social, Juliana Uribe hace la salvedad de que para 2020 no había suficientes indicadores para concluir que la conversación estaba polarizada, sin embargo, algunos indicadores sugerían su potencial de futura polarización. Se destaca que el 75% de las y los usuarios manifestaron preocupación por la violencia que siguió a las protestas y marchas ciudadanas, así como por la desprotección que sienten por parte de las autoridades.
En relación con la corrupción, la conversación no arrojó polarización porque no existen dos grandes grupos que tengan visiones enfrentadas sobre el tema. El 80% de los usuarios siente nerviosismo ante la situación actual del país, perdiendo cualquier optimismo por el futuro de Colombia y en los gobernantes actuales. “Se palpa desesperanza y una desaprobación general de los gobernantes, ligados a los temas de corrupción”, agrega Juliana Uribe. Y un 23% manifiesta su crítica hacia el sistema judicial, en particular frente a la figura del fiscal general Francisco Barbosa, a quien señalan que “ha llegado a proteger los actos de corrupción y criminalidad, con el fin de proteger a sus compañeros de gobierno”.
Tomado: El Espectador.com
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