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Foto del escritorEmisora Comunitaria Dorada Stereo

Otro día de caos y confusión en Cali


Lo que inició como una manifestación pacífica para evitar el bloqueo de la vía a Jamundí, terminó en un tiroteo en el que resultaron heridos ocho indígenas de la minga. Mientras autoridades locales piden la presencia del presidente Duque, este envió una delegación y pidió a la minga volver a sus resguardos.


La situación cada vez se agudiza más en Cali. En la tarde de ayer al menos ocho indígenas y otros cuatro civiles resultaron heridos sobre la avenida Cañas Gordas, en el sector de La María, en el sur de la ciudad. Allí, lo que en principio era una manifestación pacífica de los habitantes del barrio Ciudad Jardín, para evitar el paso de la minga indígena que supuestamente estarían bloqueando la salida hacia Jamundí, terminó en un tiroteo y desmanes en la zona.

Hay tantas versiones como videos sobre el choque entre los habitantes de la zona y miembros de la Guardia Indígena. Desde temprano, varias personas se apostaron sobre la vía a la espera de los indígenas. “Si la Fuerza Pública no nos ayuda, nos toca estar acá de forma pacífica”, se escucha en una de las grabaciones en las que señalaban que no permitirían el bloqueo de vías. En otras imágenes, hombres de con camisetas blancas comienzan a disparar, mientras en la gran mayoría de grabaciones se ve cómo todos intentan protegerse de las múltiples detonaciones.

Quienes estaban participando de la manifestación aseguran que los indígenas los atacaron con piedras y machetes, y que habrían vandalizado condominios de la zona, en donde también destruyeron vehículos, que ubicaron como barrera. Por su parte, la minga denuncia que, además de impedir su paso, fueron atacados con armas de fuego, lo que los obligó a salir del lugar.

“Entramos a la Universidad del Valle donde evaluamos políticamente la situación. Reportamos ocho heridos, que fueron llevados a las clínicas Valle de Lili e Imbanaco, y al Hospital Universitario del Valle, de los cuales dos de gravedad fueron operados”, dijo José Sauca, coordinador de derechos humanos del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC).

La versión de la Policía es que atendieron “el llamado de auxilio de la comunidad del sector, que estaban siendo atacados por un grupo de indígenas, que se transportaban en dos vehículos tipo escalera y varias camionetas”, así como desde el halcón evidenciaron cómo incineraron dos camionetas y vandalizaron varios vehículos, por lo que mandaron al Esmad.

Por su parte, la minga señala que tiene videos en los que no solo se ve cómo hombres de blanco comienzan a apuntarles, sino cómo además habría infiltrados. “Una comisión humanitaria del CRIC se fue a hablar con los supuestos manifestantes, que retuvieron a unos compañeros, para que los entregaran. Ahí fue donde dispararon contra la minga”.

Esto ha escalado a otros niveles. El alcalde de la capital vallecaucana, Jorge Iván Ospina, les pidió a los líderes del CRIC no intervenir en las labores de las autoridades y no generar más molestias a la ciudadanía: “La Guardia Indígena en Cali no puede adelantar labores de requisa. Son labores que molestan, que suplantan a la autoridad y que provocan”. En respuesta Sauca considera que este tipo de discursos solo legitiman el uso de las armas de civiles para atacar a su comunidad. “El paro es nacional y nos agregamos como minga indígena al escenario, pero hemos estado de manera pacífica y debe quedar visible”.


Mientras tanto Ospina y la gobernadora del Valle, Clara Luz Roldán, le pidieron al presidente apersonarse de los diálogos con los indígenas de la región. “Lo que estamos viviendo en el Valle solamente se calma si el Gobierno viene a liderar la mesa con las comunidades, como le corresponde”.

Pero en respuesta, el presidente Iván Duque les pidió a los indígenas retornar a sus resguardos y descartó “por prudencia” su presencia en Cali. “El Ministerio del Interior establecerá, como lo ha hecho siempre, las conversaciones a las que se tenga lugar, pero no podemos dejar que las provocaciones aticen la violencia y generen una situación que puede ser inmanejable, cuando entra en confrontación la ciudadanía con quienes están llegando de otros lugares y frente a quienes ellos sienten, por una razón u otra, algún tipo de amenaza”.

A Cali llegaron los ministros del Interior, Daniel Palacios, y de Defensa, Diego Molano, para entablar un diálogo con la minga, mientras el sur de la ciudad fue custodiado con Ejército y Esmad. Por su parte, le defensor del Pueblo se ofreció de mediador y aseguró: “No podemos dejar que la situación descienda a conflictos armados entre la ciudadanía. Las personas que destruyen vías y dificultan la movilidad están generando una reacción violenta”.


Tomado: El Espectador.com

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